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Casos...

Milena
 

Una de mis primeras pacientes fue Milena. Ella pasaba por conflictos de pareja. En su primera sesión manifestó no interesarse tanto en resolver sus problemas de pareja, sino solucionar la gran pena que sentía por el fallecimiento de su madre. La madre de Milena había muerto hacía más de cuatro años. Milena mostraba signos claros de depresión, angustia y soledad. Pero lo que más me interesó fue que el duelo (luto) atravesado por Milena constituía una pesada carga para ella. Llevando esta gran piedra emocional por la muerte de su madre, Milena transcurría su vida. Convirtiéndose en una especie de sombra, ella no vivía tranquila... mucho menos feliz.

 

Milena padecía lo que varios psicólogos denominamos neuroticismo. Este padecimiento describe a las personas que con frecuencia son atormentadas por emociones negativas como la preocupación y la inseguridad. Es decir, personas que tienen una estabilidad emocional débil; lo cual las hace inseguras, preocupadas y angustiadas ante la vida.

 

Este estado emocional lábil, desgastaba la vida de Milena. Ella no vivía tranquila. La muerte de su madre la perseguía constantemente. Su malestar se convirtió en una molestia mayor cuando interfería en su vida constantemente, interviniendo en su matrimonio. Nada le gustaba, nada la satisfacía. Milena habitaba el mundo sintiéndose irreal. Como si no fuera parte de él. Nunca podía estar feliz. En los grupos sociales, se sentía fuera de lugar. Estaba sola, sola en su amargura. Ella culpaba su estado a la ausencia de su madre. "Si mi madre estuviera conmigo, todo sería mejor". Pero, en realidad, no era eso lo que la dañaba. El duelo no superado por el que pasaba, impedía que Milena disfrutara la vida. No podía solucionar sus problemas porque ni siquiera sabía cuáles eran.

 

Al trabajar, mediante técnicas gestálticas y psicoanalíticas con Milena, se reestructuró su visión de vida. Perdonó lo que tenía que perdonar pero, más que nada, dejó de maltratarse a sí misma. Abandonó ideas que la consumían por dentro. Liberó su ansiedad y descubrió que se puede ser feliz de nuevo.

 

 

SOLO ES QUE SE QUIERA TRABAJAR EN SERLO....

 

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